miércoles, 3 de diciembre de 2008

El Puente Palo.


Quiero comenzar este blog, además de dando la bienvenida a todos aquellos que se interesen por El Provencio, evocando su monumento más antiguo, del que desgraciadamente solo queda el recuerdo de los provencianos que tenemos más de 30 años y algunas fotos en blanco y negro, como la que encabeza esta primera entrada. Allá por los años 80, alguien (se dice el pecado, pero no el pecador) decidió eliminar aquel puente por el que solo cabía un carro y construir uno de hormigón, más ancho, por supuesto, por el que cupieran dos tractores cargados en plena vendimia. En aquellos años, pocos le dieron importancia a aquel hecho, tan trascendental para nuestra memoria más ancestral, pero hoy, bien orgullosos estaríamos de tener tal monumento.

Tendría unos diez años cuando todo esto pasó. Recuerdo que por entonces mis padres nos llevaron a Uclés, y de paso visitamos Segóbriga. Las faldas sacerdotales poco me impresionaron, pero las piedras romanas me marcaron hasta hoy. Recuerdo que mi hermanico y yo protestábamos en vano ante los demás niños de la escuela y algunos grandes. "¡Pero qué dicen estos mocosos! ¡Lo bien que va a venir un puente nuevo para que los tractores no tengan que vadear el río Rus!" era la opinión más generalizada.

Para los que no conozcan el emplazamiento del puente más añorado de La Mancha, nos situamos en el Puente del Rey y, rodeando la plaza de toros, cogemos el camino de La Jaraba. Subimos el Cerro de San Cristóbal y, a la bajada, nos toparemos con cauce normalmente seco del río Rus y su magnífico puente de hormigón por el que caben dos tractorzacos. Allí estaba el pobre y modesto puentecico Palo. Podéis ver su situación, sacada del visor del SigPac.
Y ahora, hagamos un poquito de historia-ficción. Yo soy de los que cree que Laminium, importante nudo de comunicaciones de la Hispania Romana y capital del que se llamó Ager Laminitanus (Campo Laminitano), que probablemente sería más o menos lo que ahora podemos identificar como Campo de Montiel, estaba en el término de Villarrobledo, cerca de la aldea de Sotuélamos (y no quiero precisar más sobre su probable localización exacta para evitar los saqueadores de sitios arqueológicos). Por su situación, el Puente Palo probablemente formaría parte de una vía que uniría Laminium con la capital de los Olcades: Segóbriga; es decir, sería el camino más corto que comunicaría la Cabeza de la Celtiberia con la Baetica (el valle del Guadalquivir). Pero repito que esto no es más que una hipótesis que espero poder reafirmar o modificar con más precisión.

Y como despedida de esta primera entrada, ahí va otra foto del puente, con Víctor Gabaldón pingao en su moto. Salud a todos los provencianófilos.

3 comentarios:

Alex dijo...

Anda que no me indigné ni nada cuando mis padres me contaron esta historia...
Un saludo y gracias por el blog!

maria dijo...

Creo que en el pueblo sigue pasando lo mismo, no se aprecia lo que tenemos o no interesa conservarlo, por ejemplo la arquitectura manchega que se está perdiendo gracias a las casas-tartas que a la gente tanto le gusta construir, o la nueva plaza de la iglesia, con esas farolas y ese mobiliario urbano que nos creemos que cuanto más grande y vistoso más bonico es. Creo que cuando pasen más años la gente se dará cuenta, o no...vete a saber, semos asín.

Unknown dijo...

Qué callado te lo tenías, paisano. El blog es hermoso del tó, lleno de sensibilidad y cariño. Las fotos, estupendas. Y el recuerdo, vivo y muy edificante, sobre todo en estos tiempos de prisas, tó ascape, tó ascape. Un saludo desde Brunete. José Julio.