lunes, 9 de agosto de 2010

El hermano Estuto, la tía Rosario y sus corrales.


Mucha gente, al ver la foto del hermano Estuto y leer su nombre en el título de esta entrada, se preguntará por qué dedico un espacio en este blog a una persona que no ha salido del campo. Precisamente por eso, porque su vida ha sido el campo, ha vivido de él, por él, para él, con él y todo el resto de preposiciones positivas que con él se puedan imaginar.

Restituto Castellanos Martínez, más conocido como el hermano Estuto, de la familia de Los Grillos, nació el 12 de enero de 1922. Por un par de añicos se libró de ir a la guerra, pero no pudo evitar sufrir, como la mayoría de los provencianos de baja estirpe, que eran los más, los terribles años de guerra en su adolescencia y los aún más jodíos años del hambre en su juventud. Poco después se casó con la Vicenta García Olivares y tuvieron dos hijos y una hija. Y hasta ahora, con 86 años, la hermana Vicenta cuida de la casa y de su marido, que ya apenas puede andar.


Aquí podemos ver su casa y a la hermana Vicenta, que bien tempranico tos los días le da la vuelta pa dejar su cemento como los chorros del oro. Pa la edad que tiene, ¡cuantas jovencicas desearían tener su energía! Cuando este verano fui a verlos, tenía la ropa manchada de pintura porque había estado pintando los cintos del corral. En la foto siguiente podemos verla en su corral, al lado de la pila, con los cintos bien pintaícos.


Si la hermana Vicenta no se puede estar quieta, ¡qué decir del hermano Estuto! Hasta los 84 años podíamos verlo pingao en su bici con aguaeras, en donde, entre otras cosas, llevaba la azá, las tijeras de podar o, incluso, la garrafa de media arroba de vino. Hablando con él este verano, con la media voz que aún le queda, podía entrever que lo que más echa de menos es el campo.
Fue uno de los últimos que mantuvieron la mula, hasta el año 95, pues algunas labores solo podían hacerse con ella, como echar el surco pa sembrar los ajos o labrar ciertas viñas viejas demasiado estrechicas pa que pudiera pasar el tractor. En su corral aún podemos ver la puerta de lo que fuera la cuadra, partía pa que el animal pudiera sacar la cabeza.


Una de las cosas que se le achacaban al hermano Estuto es que no trabajaba sus tierras, que dejaba de erial, y se dedicaba a dar el jornal donde le salía. Sea como fuere, la verdad es que, a lo largo de su vida, y aunque acabaran de erial como el resto, pudo llegar a comprar 16 fanegas de buenas tierras, pa podérselas dejar a sus hijos, que al final no fueron agricultores... pero ahí están.

¿Qué es lo que más admiro del hermano Estuto? Sin duda su sencillez. Con su campo, su casica y su mujer jamás lo vi preocupado. Aunque nunca habló de esto, pues los hombres del campo no hablan de estas cosas, sé ciertamente que él era feliz detrás de su mula, o con el lomo doblao esbrojando, o almorzando con el que echaba el jornal, o en casa, sentado en la banca o en la silla de anea con su mujer, tirándose unas gachas y un trinque de vino... ¿pa qué más?


La imagen que de él tengo es la de un hombre curtido y siempre, siempre sonriente. Sin motos, ni coches, ni tractores, solo mula y bici. En plena crisis medioambietal y energética, además de económica, ¡cuántos provencianos podíamos seguir el ejemplo del hermano Estuto, dejar el coche o la moto y volver a la tradicional bici, seña de identidad panciverde!

Cada verano, cuando regreso al pueblo, veo menos gente en bici por sus calles, y la gran mayoría, aparte de algún que otro guacho, son jubilados y mujeres mayores. Prácticamente nadie de entre 18 y 60 años. A la escuela, con el coche, a comprar, con el coche, anca la suegra, con el coche, siempre con el coche, aunque en bici se tarde igual, o menos. Imaginemos el mismo trayecto en bici y en coche: en el tiempo que se gasta en arrancar el coche, abrir las portás, sacarlo, cerrar las portás y salir pitando anca Karín a comprar el pan, si vas con la bici ya lo estás comprando. Y además, reduces michelines.

Y no solo la bici es más sostenible ecológica y económicamente, también el corral (que no patio). Volvamos anca el hermano Estuto y veremos esto:


Ahí tenemos la tiná, en la parte de arriba, y que más tarde veremos otra operativa, y el gallinero. Y si nos fijamos en éste último, podemos imaginar que tras la malla está el súmmum del reciclaje tradicional manchego: el barranco la basura.


Aquí el barranco ya está lodao con tierra, pero podemos imaginar, hasta hace quince años, cuando aún mantenía la mula, la buena basura que, entre gallinas, mula, Restituto y la Vicenta, y quizá el gorrino, se obtenía sin ningún esfuerzo y prácticamente gratis.

Hace unos diez o doce años, en casa de mis padres cambiamos el corral por el patio, como la gran mayoría de panciverdes ha hecho. No digo que sea ni mejor ni peor, simplemente que las cosas evolucionan ... ¿o involucionan? Teníamos gorrinera y barranco. En mis años de guacho, recuerdo el funcionamiento del barranco la basura. Sobre el agua, que estaba mu somerica, se ponía una capa de poco más de medio metro de paja, y sobre ella se iban echando los deshechos del gorrino y los restos de las comidas que no se comían los gatos y el perro. Al año siguiente, entre la paja que se había compostado con la humedad y los deshechos humanos y animales, ya se podía embasurar la huerta o alguna viñeja.

Pero si queremos ver un corral como Dios manda, vayamos anca mi tía Rosario Parreño y el hermano Usebio Peña, cuya magnífica fachada pudimos admirar en la anterior entrega.


Y salgamos ascape pal corral y nos toparemos con esto:


He aquí una auténtica tiná: sobre unos maderos se ponen los sarmientos que luego servirán pa echar la lumbre y asar unas chuleticas de cordero. Y a la derecha de la tiná, esto otro:


¡Pero vaya gorrinos más ricos que saldrían de aquí! Y probablemente alguna que otra cabra. Y delante esto otro:


Las cepas pal invierno y lo que en su día fuera el barranco la basura, que en estuvo cercado, con sus gallinicas y su gallo escandaloso. Y si queremos salir a la calle de atrás, no tenemos más que abrir unas de las portás más auténticas del pueblo. Amenazo con hablar un día de las portás, que en el pueblo afortunadamente aún hay a patás.


Los corrales manchegos, que aún quedan algunos, afortunadamente, son ejemplos vivos de lo que ahora se llamaría economía sostenible y medioambiental. Los patios, a pesar de ser bonicos, no nos pertenecen, aunque eso sí, son más limpicos. No digo na y lo digo to.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómo me gusta leer tus entradas, Fabio!

Enhorabuena, esta me ha gustado mucho.

Julián L.

Anónimo dijo...

Me encanta que la palabra "Anónimo" encabece mi comentario y abajo firmar con mi nombre...

mª fe dijo...

Hola Fabio, que razon tienes, estos hombres del campo son duros, no se quejas y tienen una conformidad con tolo lo que les ha tocado vivir ejenplar. No reclamaban vacaciones ni fines de semana en la playa que ya tenian sol de sobra. Se conformaban con su VIRGEN DE AGOSTO y un pollo con arroz que para eso estaban en fiestas, eso si el pollo del corral recien mataico.Podiasmos aprender mucho pero...

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena! me encanta todo lo que escribes sobre el pueblo. ahí va una idea sobre lo que me encantaría que escribieras. Los motes. Algunos son la risión.(De donde vienen, por qué se los pusieron a cada uno...)
Saludos y ¡Sigue así!

Hijadunguija

Ana Isa dijo...

Qué recuerdos primo de mi infancia y mis abuelos! cómo los echo de menos!!
Un beso

ANTONIO LARA LOPEZ dijo...

YO NACI EN EL PROVENCIO,CUANDO TENIA 16 AÑOS,JUNTO CON MIS PADRES Y MI HERMANA,NO FUIMOS A VIVIR A UN PUEBLO DE LA PROVINCIA DE BARCELONA QUE SE LLAMA VIC Y AHORA AL VER ESOS CORRALES,ME RRCUERDA MI INFANCIA, QUE PANZA QUE ME PEGABA A JUGAR YO EN EL CORRAL DE MI AGUELA MODESTA LA ROTA,LA PUERTA PRICIPAL DABA A LA CALLE LOS PASOS N6 Y EL CORRAL CON SUS PORTAS DABA ENFRENTE DEL CORRALON DE JAREÑO,ALLI CON MI AMIGO MERQUIADES, HACIMOS EXPLOTAR VOTES CON EL CARBURO QUE TIRABA SU PADRE, QUE ERA MECANICO HACIAMOS UN AGUJERO EN EL SUELO, PONIAMOS EL CARBURO DENTRO, CON UN POCO DE AGUA COLOCABAMOS UN BOTE ENCIMA CON UN AGUJERO Y LE ARRIMABAMOS UNA MECHA Y PUNNNNN MAS DE UNO SE DEJO ALGUN DEDO,

A inmaculada gabaldon escobar dijo...

Yo tambien naci en el provencio. Con el paso de los años me fui a casasimarro. Y acdia de hoy en Villanueva de la jara. Mis abuelos Antonio y Alejandra aun viven . Echo de mrnos vivir alli. Pase mis mejores momentos slli.mis abuelos los mejores. Un beso provencianos